"Todo se reduce a la esperanza" Daisaku Ikeda

jueves, noviembre 18, 2010

PLANTAS CARNÍVORAS

I

Mi padre sueña con la mudez de las flores

las escucha,

irremediablemente las alimenta

con sus pasos de hombre que venció la vida.

No pronuncia palabras que pudieran alumbrar el verde opaco,

espera un brote,

humedece la tierra,

las ve crecer.

Dentro de su piel un ejército de hormigas agoniza

y no sabrá qué hacer con sus cadáveres.


A veces se dirige a la luz pero no es temprano

y la casa se llenó de madreselvas.

Regresa entonces al almohadón blanco de los sueños

a defenderse de los suyos.

II

Mi padre cumplió con los pactos:

alimentó a las crías,

las lanzó al cielo

y desapareció.

Pero ahora caen astillas,

troncos quemados,

restos de cohetes.

Alguien debería recogerlos.



A este lado esperamos su sombra

de hombre reservado que renunció a la espera.

Permanecemos ocultas en su territorio de secretos,

al acecho de una señal, de un aullido,

que nos devuelva su expresión.