"Todo se reduce a la esperanza" Daisaku Ikeda
jueves, diciembre 29, 2011
2012
lunes, diciembre 26, 2011
SUBIR, BAJAR, SUBIR...
viernes, diciembre 16, 2011
A mi amiga Rosa
martes, noviembre 29, 2011
Y PARA TERMINAR, ESTE POEMA
viernes, noviembre 25, 2011
Día internacional contra la violencia hacia las mujeres
miércoles, octubre 12, 2011
INUTILIDAD DE LA POESÍA
viernes, octubre 07, 2011
“EL TIEMPO DE LAS UVAS”
lunes, octubre 03, 2011
EL NACIMIENTO DEL MUNDO
EL NACIMIENTO DEL MUNDO
miércoles, septiembre 21, 2011
Un poema a José Luis Zúñiga
martes, septiembre 20, 2011
Poesía en sidecar en el Centro asturiano de Madrid
domingo, julio 17, 2011
El verano de Camus
viernes, julio 01, 2011
Premio para Antonieta Villamil, una gran poeta
Estuvo hace un tiempo en la Fundación Entredós y compartió con nosotras un recital precioso, con esa voz y esa manera sentida y profunda de recitar/cantar su poesía. Fue un placer escucharla, charlar con ella y compartir su paso por Madrid. Ahora nos alegramos de este premio por su libro "Acantilados del sueño", que tengo entre las manos, una preciosura, y que es intensísimo, de poemas potentes, visionario, un libro sangre y piel y músculos y corazón. Os dejo un ejemplo de su poética y os invito a que la visitéis en su blog.
Por todas las cosas pequeñas
apostadas a su pequeña existencia
tiradas por ahí guijarro
en el zapato pelusa en el ojo
exceso de polvo sobre
grandes trazos que podrían
juntar un universo y todas
las grandes grandiosas formas
entorpecidas por todo este arsenal
de pequeñeces de naderías
en boca de alguien que tal vez
nunca será escuchado Aquí está
su sed picando el pie cegando
el ojo enviando la insistente
mano a desplumarse a escribir
algo por ellas por esas cosas
tan pequeñas y tan letales.
Antonieta Villamil gana premio de literatura en Estados Unidos
RECONOCE LA EXCELENCIA DE MÁS
DE 100 OBRAS LATINAS:
Nueva York - Con gran entusiasmo, la poetisa colombiana de Los Ángeles Antonieta Villamil, recibió el premio por Best Poetry Book – Spanish or Bilingual Second Place, al mejor libro de poesía en español del prestigioso concurso internacional de literatura "International Latino Book Awards" con su libro “Acantilados del Sueño”.
viernes, junio 17, 2011
16 de junio
miércoles, junio 08, 2011
TE HAS PUESTO MUY ONÍRICA
jueves, mayo 26, 2011
PROHIBIDO DECIR AMAR EN UN POEMA
sábado, mayo 07, 2011
Elvira Daudet: crónica de un descubrimiento
miércoles, mayo 04, 2011
EL LÍO CON LA POESÍA
Cuando los poetas encomiaron a los dioses y a los héroes tribales y glorificaron su sabiduría para la guerra, fueron tolerados, pero con la aparición de la poesía lírica y la obsesión del poeta con el ego, todo cambió. ¿Quién quiere oír acerca de la vida de seres insignificantes, mientras los grandes imperios se erigen y caen? Todas esas fruslerías sobre estar enamorado, besuquearse y experimentar detenidamente la alborada del día mientras canta el gallo, es de lo más risible. Maestros, clérigos y otros policías de la virtud siempre han sido cómplices de los filósofos. Ningún modelo ideal de sociedad, desde Platón, ha aceptado a los poetas líricos, y por abundancia de buenas razones. Los poetas líricos están siempre corrompiendo a los jóvenes, haciéndolos ahogarse en autocompasiones y condescender en embelesamiento. El sexo sucio y la falta de respeto por la autoridad es lo que los poetas han susurrado en los oídos de los jóvenes por siglos.
“Si él escribe versos, échalo a patadas”, se le aconsejó a un novel padre hace dos mil años en Roma. Y eso no ha cambiado mucho. Los padres de familia todavía prefieren que sus niños sean taxidermistas y recaudadores de impuestos en vez de poetas. ¿Quién puede reprocharles? ¿Preferiría usted que su única hija sea poeta o mesera de un club nocturno? Esa es una dura elección.
Incluso los verdaderos poetas han detestado la poesía. “Hay muchas cosas tras este engaño”, dijo Marianne Moore. Y ella tenía su punto de vista. Algunas de las cosas más estúpidas que los seres humanos han proferido se hallan en la poesía. La poesía, como regla, ha avergonzado tanto a individuos como a naciones.
La poesía está muerta, han gritado felizmente por siglos los enemigos de la poesía y aún lo hacen. Nuestros poetas clásicos, nuestros profesores en boga nos lo han dicho —en tanto que ellos no son más que un manojo de propagandistas de las clases gobernantes y de la opresión masculina—. Las ideas una vez promulgadas por los carceleros y asesinos de los poetas en la Unión Soviética son ahora un gran éxito en las universidades americanas. El esteticismo, el humor, el erotismo y todas las otras manifestaciones de la imaginación libre son sospechosas y deben ser censuradas. La poesía, esa tonta diversión de lo políticamente incorrecto, ha dejado de existir para nuestras clases educadas. No obstante, a pesar de ellos, la poesía se sigue escribiendo.
El mundo parece siempre premiar la conformidad. Cada época tiene su límite oficial sobre lo que es real, lo que es bueno y lo que es malo. El ideal es un plato hecho de deshonestidad, ignorancia y cobardía servido cada noche con un aspecto serio y un aire de la más alta integridad por los noticieros de televisión. La literatura también está preparada para unirse a ello. Su tribu está tratando siempre de reformarte y de enseñarte sus modales. El poeta es ese niño que, de pie en la esquina, con la espalda vuelta a sus compañeros, piensa que está en el paraíso.
Como si eso no bastase, los poetas, todos lo sabemos, son mentirosos de campeonato. “Llegas a mentir para mantenerte medianamente interesado en ti mismo”, dijo el novelista Barry Hannah. Ello es especialmente cierto para los escritores de versos. Cada uno de ellos cree que impostándose a sí mismo dice la verdad. Si no podemos ver el mundo tal como es en realidad, se debe a las capas de metáforas muertas que los poetas han dejado en todas partes. La realidad es sólo un viejo y descascarado cartel de la poesía.
Los filósofos dicen que los poetas se engañan a sí mismos cuando moran amorosamente en los detalles. La identificación de lo que permanece intocable por el cambio ha sido la tarea del filósofo. La poesía y la novela, al contrario, han sido recreadas con lo efímero —el olor del pan, por ejemplo—. Por lo que a los poetas concierne, sólo los tontos son seducidos por las generalizaciones.
Cielo y tierra, naturaleza e historia, dioses y demonios están todos escandalosamente reconciliados en la poesía. Por analogía se dice que cada cosa es todo, todo es cada cosa. Por consiguiente, los mejores poemas religiosos están cargados de erotismo. Subjetivamente, los poetas pretenden también trascender ellos mismos a través de la práctica de hallar su identidad en las cosas lejanas y apartadas. En un buen poema, el poeta que lo escribió desaparece para que el poeta-lector pueda llegar a existir. El “yo” de un total extraño, un chino antiguo, por ejemplo, nos habla desde el lugar más confidencial dentro de nosotros mismos, y nos deleitamos.
El verdadero poeta se especializa en un género de alcoba y metafísica de la cocina. Soy el místico de la cacerola y mi amor son los rosados dedos del pie. Como cualquier otro arte, la poesía depende del matiz. Hay muchas maneras de tocar el encordado de una guitarra, de besarse y morderse algún dedo del pie. Los músicos de Blues saben que unas pocas notas debidamente tañidas tocan el alma, y así lo hacen los poetas líricos. La idea es que es posible hacer platos asombrosamente sabrosos con los ingredientes más simples. ¿Fue Charles Olson quien dijo que el mito es una cama en la cual los seres humanos hacen el amor a los dioses? Mientras los seres humanos se enamoren y compongan cartas de amor, los poemas tendrán una razón de ser.
La mayoría de los poemas son bastante cortos. Lleva más tiempo estornudar naturalmente que leer un haikú. Sin embargo, algunos de estos “pequeños” poemas han acertado a decir más acerca de la condición humana, en unas pocas palabras, que siglos de otros géneros de escritura. Los poemas cortos y ocasionales han sobrevivido por miles de años desde la épica y sólo lo tocante a todas las cosas ha crecido ilegible. El misterio supremo de la poesía es la forma en que tales poemas lanzan un hechizo sobre el lector. El poema es absolutamente entendible después de una lectura, y casi inmediatamente uno quiere releerlo de nuevo. La poesía es, en conjunto, repetición que nunca llega a ser monótona. “¡Más!”, gritarían en coro mis hijos soñolientos después de terminar de leerles algún cuento para niños. Para ellos, como para todos los amantes de la poesía, hay sólo más, y nunca bastante.
Es la calidad paradójica de la poesía la que precisamente le da su sabor. La Paradoja es su condimento secreto. Sin sus numerosas contradicciones y su impertinencia, la poesía sería tan blanda como un sermón del domingo o el discurso de un presidente. Se debe a sus muchas y deliciosas paradojas que la poesía haya derrotado y sobrevivido continuamente a sus críticos más duros. Cualquier intento de reformar la poesía, de hacerla didáctica y moral, o aún de restringirla dentro de alguna “escuela” literaria, es entender mal su naturaleza. La buena poesía nunca se ha desviado de su propósito de ser una fuente inagotable de paradojas acerca del arte y la condición humana.
Sólo un estilo que es un carnaval de estilos devela la irreverencia que me parece apropiada para la poesía hoy. Una poesía, para abreviar, que tiene la recepción de un cable de televisor con más de trescientos canales, más hechos extraordinarios que ficciones, falsos milagros y supersticiones en escaparates del supermercado. Un poema que es como un espectáculo de Elvis Presley en Marte, la mujer con tres tetas, el cuadro de un perro que se comió la mejor obra de Shakespeare, la noticia de que el infierno está atestado y de que ahora en el cielo se están estableciendo los pecadores más perversos.
Aquí, por ejemplo, viene un compañero sin casa ni hogar cuya cabeza calva perteneció una vez a Julio Cesar. ¿No te vi vociferando en un stip-tease, ayer, en el Times Square, le pregunto? Cabecea felizmente. Mi siguiente pregunta es: ¿Aníbal cruzará de nuevo Los Alpes con sus elefantes? “Observa afuera a la querida poeta”, es su respuesta. “Si llega a girar con su carro lleno de compras, de libros viejos y ropa usada, alístate para oír un poema.”
Eso me recuerda que mi bisabuelo, el herrero Philip Simic, murió a la edad de noventa y seis en 1938, el año de mi nacimiento, después de regresar tarde a casa, una noche de taberna en compañía de unos gitanos. Pensó que lo ayudarían a dormirse, pero murió en su propia cama con los músicos tocando sus canciones favoritas. Eso explica por qué mi padre cantaba canciones de gitanos y por qué yo escribo poemas, porque como mi abuelo, yo no puedo dormir en las noches.
miércoles, abril 13, 2011
MENOS MIEDO
Me ha crecido una hermana de los ojos y ahora puedo mirar el horizonte.
–¿El invierno es infinito? - me pregunta.
Mientras, damos de comer a dos palomas que golpean con su pico los cristales.
– No me encuentro la sombra y me duelen los dientes de masticar tinta.
Me ha crecido una hermana de los ojos y ha amanecido.
La noche duraba más de un sueño y, a veces, dolía en la boca y en los párpados.
– ¿Podré quedarme contigo?
Me ha crecido una hermana de los ojos y ya no veo la muerte.
viernes, abril 08, 2011
GRACIAS
os quería dar las gracias por acompañarnos a Pepe y a mí, en este loco sidecar de la poesía que nos hemos inventado. Espero que lo pasárais tan bien como yo. Que la poesía sea motivo de encuentro, de risa y temblor es una buena nueva "necesaria".
MENOS MIEDO
Me ha crecido una hermana de los ojos y ahora puedo mirar el horizonte.
–¿El invierno es infinito? - me pregunta.
Mientras, damos de comer a dos palomas que golpean con su pico los cristales.
– No me encuentro la sombra y me duelen los dientes de masticar tinta.
Me ha crecido una hermana de los ojos y ha amanecido.
La noche duraba más de un sueño y, a veces, dolía en la boca y en los párpados.
– ¿Podré quedarme contigo?
Me ha crecido una hermana de los ojos y ya no veo la muerte.
lunes, abril 04, 2011
JOSÉ LUIS ZÚÑIGA
la mesa
Sobre la mesa negra se derrama
tinta también negra;
dos muñecos negros gritan
porque la mesa se espesa, se agranda, se acerca.
Y el cuarto se vuelve negro,
y el mundo se vuelve negro,
y los muñecos, y los muñecos…
(Llueve: la lluvia rompe
la losa de los patios.
Todo está negro, porque
la lluvia y los relámpagos
son negros).
Los muñecos, negros como están,
se miran absurdos.
¡Se jodió el azogue y el cristal!
No se ve nada.
Todo está negro.
martes, marzo 29, 2011
POESÍA EN SIDECAR, EL PRÓXIMO JUEVES 7 DE ABRIL EN LIBERTAD
lunes, marzo 21, 2011
sábado, marzo 05, 2011
EL BUZÓN VACÍO
Hundidos en el mar tus ojos ya no bailan,
sólo esperan noticias
de un amante que te quite la sed,
y ese pavor antiguo que te alisa el cabello,
sujeto al pensamiento con dolor.
Deseas,
y un eco arrecia contra ti.
Pero sigues mirando al otro lado,
– quizá venga.
Abres con devoción
caminos en tu mano;
aguardas ese cuerpo que te abrigue.