No quiero vivir sin poesía.
Ayer cumplí un año más y los poetas me sanaron un par de heridas.
No quiero vivir sin esperanza.
Ayer me acerqué a la muerte y me alejé del miedo.
Fui yo y otras, una extensión infinita que se abre en el corazón compartido. Así fue.
Los poetas del cataclismo no tenemos nada que hacer, porque la belleza siempre gana, aunque emerja de la cloaca.
Así lo dice Battiato, así lo vimos anoche, y así es necesario.
“No cambiará, no cambiará. Quizá cambiará. Sí cambiará, verás que cambiará”. F. Battiato